Maria Luisa Garibay es una proteccionista del departamento de Caucete, cuando se enteró de que unas mujeres habían arrojado a una perro desde una camioneta en movimiento y abandonado a su suerte, se movilizó y fue a rescatarlo.
El animal estaba moribundo tirado a la orilla de un árbol en calle Juan José Bustos, pasando Paula Albarracín. Hasta allí fue la protectora de animales con una sábana para llevarlo a la veterinaria y tratar de salvarlo. En ese momento la revisó y pudo saber que se trataba de un avanzado caso de moquillo y presumió que por ello lo habrían abandonado.
Afortunadamente, la veterinaria Romina Gil pudo atender al animal, constató que era una perra y que padecía la enfermedad tan contagiosa como es el moquillo, con un avance de un 90%.
Tras este hecho, el animal se encuentra con vida hasta el momento en un lugar de transito, mientras que la proteccionista espera que se mejore con los tratamiento porque, según ella, si los dueños del animal la hubieran llevado a tiempo a la veterinaria el estado de la enfermedad no sería tan avanzado y probablemente podrían haberla medicado y hasta se hubiera sanado.