Gitanos en Caucete: ¿un intento de rapto o una confusión?

El pasado jueves, un incidente en Caucete generó preocupación entre los vecinos y dejó entrever tensiones en la relación entre diferentes comunidades. Todo comenzó cuando una madre denunció que su hija de 12 años había sido objeto de un intento de rapto por parte de una familia gitana.

Los Hechos

El suceso tuvo lugar alrededor del mediodía, en un área deshabitada de la calle Juan José Bustos, justo después de Paula Albarracín de Sarmiento, rumbo a Villa Dolores. Mientras la menor regresaba de la escuela, se encontró con una familia gitana que estaba vendiendo productos de marroquinería desde su camioneta.

De acuerdo a lo reportado, el hombre de la familia tomó del brazo a la menor para invitarla a acercarse a su vehículo y ver la mercadería. Este gesto, aunque aparentemente "de buena fe", provocó que la chica se asustara y huyera hacia su casa, donde alertó a su madre sobre la situación.

La Reacción de la Madre

Alarmada, la madre no tardó en informar a la Policía, acusando a la familia gitana de haber intentado raptar a su hija. La situación se intensificó cuando, en ese momento, un equipo de la Brigada de Investigaciones pasó por el lugar y se detuvo a indagar sobre la denuncia.

Declaraciones de la Comunidad Gitana

Los integrantes de la familia gitana, al ser confrontados por las autoridades, explicaron su versión de los hechos. Admitieron haber tomado del brazo a la menor, pero afirmaron que su intención era simplemente invitarla a ver lo que ofrecían para la venta, negando cualquier intención maliciosa.

La Policía, tras escuchar ambas versiones, decidió involucrar a un fiscal de turno para revisar la denuncia. Tras evaluar las testimoniales y las circunstancias, se constató que la familia estaba vendiendo productos de manera ambulante y no se hallaron evidencias que justificaran una intervención más seria.

Conclusión

Finalmente, no se realizaron detenciones y las autoridades solo radiaron el vehículo por carecer de la Revisación Técnica Obligatoria (RTO) y se labró un acta contravencional por la venta ambulante no autorizada. Este episodio dejó dudas en la sociedad y una reflexión sobre la importancia de la comunicación y el entendimiento entre comunidades, así como la necesaria intervención de las autoridades en situaciones de confusión que pueden escalar rápidamente.