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Qué significa no querer armar el árbol de Navidad, según la psicología

Algunas personas prefieren evitar este ritual por su conexión con los festejos y celebraciones de estas fechas. Cuáles son los cuatro perfiles de personalidad que existen para pasar las Fiestas

09/12/2025

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No todas las personas sienten alegría por armar el árbol de Navidad, y la psicología ofrece diversas explicaciones para este fenómeno. Mientras que para algunos la decoración navideña representa felicidad y unión, para otros puede evocar recuerdos melancólicos, estrés o sentimientos de tristeza.

A diferencia de la infancia, cuando predominaba la expectativa de los regalos y la ilusión, la adultez trae consigo la resonancia de pérdidas familiares o conflictos no resueltos, lo que puede influir en la disposición hacia rituales como armar el árbol de Navidad. Para algunas personas, evitar esta tradición se convierte en una forma de regular la carga emocional y marcar un límite personal.

El doctor Rolando Salinas (MN 72241), jefe de Salud Mental del Hospital Alemán y profesor de Psicología de la Salud en la Universidad Católica Argentina (UCA) explicó en Infobae: “En general, las fiestas de fin de año son un motivo de encuentro y de unión familiar. Sin embargo, hay que aceptar que conllevan un componente de estrés debido a cuestiones relacionadas con la organización de las reuniones, los cierres y balances del año laboral y personal, sumados a las preocupaciones excesivas, que son fuente de ansiedad”.

Los duelos por los ausentes son otro motivo de estrés en esta época, dijo el doctor, y agregó: “Muchas personas reviven las pérdidas, los fallecimientos, las rupturas familiares, y en nuestro caso actual, la distancia de los jóvenes emigrados. Los padres, en especial a cierta edad, se alegran del progreso de los hijos que partieron, pero también toman conciencia de la ausencia”.

 

El doctor Salinas agregó que el cambio en las estructuras familiares tradicionales también ha puesto a prueba a las celebraciones de fin de año, “que pueden suponer un cierto estrés adaptativo para aceptar modelos más complejos con una pluralidad de dinámicas de convivencia”.

Todos estos factores pueden ser de peso a la hora de preparar la casa con la decoración navideña para las fiestas.

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