Silvana Fernández es la directora de la Escuela de Educación Especial Juana Azurduy de Padilla, ubicada en la Villa Cabecera del departamento 9 de Julio. Cada año ella, junto al cuerpo docente del establecimiento, asumen un desafío que les lleva horas de su vida. Se “trata de “Padrinos mágicos”.

“Desde el año 2019 se nos ocurrió esta idea de conseguir padrinos para nuestros alumnos para el día del niño o día de la infancia, para que tengan un regalito, algo nuevo. La verdad todos los años se va sumando más gente, el pueblo sanjuanino es muy solidario. Tengo agendadas los padrinos y madrinas de años anteriores y quieren volver a participar y, así que es algo muy lindo” cuenta Silvana.

La directora del establecimiento explica cómo nace esta iniciativa: “Nuestra escuela es una escuela de educación múltiple al que asisten alumnos con distintas patologías y va desde los 45 días (atención temprana), hasta los 45 años (ellos asisten a los talleres en la mañana en las distintas especializaciones). El primer año lo hicimos solamente para el turno tarde que eran los chiquititos, pero el turno mañana decidió que quería participar. Siempre es lindo que reciban un regalito, por más que no seamos niños, todos tenemos un niño interior, así que el año anterior ya participo el turno mañana”.

Ante la pregunta de si es difícil conseguir regalos para los adultos, Fernández afirma: “Nuestro equipo docente es maravilloso, y a nuestras familias, a nuestros amigos, les damos los ahijados más grandes, entonces así es más fácil conseguir un regalo para ellos. No se cuestiona la edad del alumno que solo quiere un regalito. El año pasado el alumno de 45 años, obviamente recibió ropa, pero se entusiasmó con una pelota que tenía otro, y hubo que salir a buscarle una. Por eso guiamos un poco a los padrinos para que todos estén contentos ese día, no importa la edad”.

El trabajo docente es inmenso: difunden la iniciativa, preparan golosinas y la decoración, y contactan a los corazones solidarios que quieren donar un regalo. “Lo que hacemos es guiar al padrino, sobre talles, el número de calzado, y que juguete es acorde a la patología y a la edad que tiene el alumno. Todo este trabajo, lo hacemos como equipo, interviene toda la institución. Ese día en sus caras se ve reflejada esa satisfacción, ya que no pasa inadvertido como pasa en muchos hogares, que pasa como un día más”, cuenta con orgullo la mujer.

La directora confirmó que: “El evento será el 26 de agosto, unos padres de un chico con discapacidad, que no es alumno de nuestra institución, pero que tienen disfraces de superhéroes y castillos inflables van a donar el servicio para que los chicos puedan divertirse ese día. Un grupo de Acción Católica va a disfrazarse con trajes de los personajes de Disney. Este año se han sumado otras cositas, gracias a Dios, podemos celebrar el encuentro que estos años de pandemia nos han tenido distanciados de la gente. A diferencia de años anteriores, el padrino o madrina que quiera y pueda va a poder asistir al evento ese día, antes por protocolo no lo podíamos hacer. De todas formas, el que no pueda asistir le vamos a mandar un video cuando le entreguemos el regalo”.

Silvana agradece el apoyo brindado por todos los que donaron y los que se sumaran este año. Entre cientos de anécdotas, ella recuerda: “Es muy gratificando hacer este evento, que una alumna te diga ‘es la primera vez que tengo unas zapatillas nuevas, que no fueron de mi hermana o que me las haya regalado un vecino. ’Estamos en una comunidad, en la que la mayoría es de bajos recursos, con muchos hermanos, familias numerosas. La situación está muy complicada”.

Para donar, Silvana explica: “pueden comunicarse al 264 50 68 398, o con algún docente de la institución o pueden acercarse por la escuela (ubicada en calle Laprida, Villa Cabecera, 9 de Julio) en cualquiera de los dos turnos”.  

La magia esta en los seres, y en los momentos que podamos regalar , y  es allí dónde aparecen el trabajo y el amor docente, los corazones solidarios y las personas a las que se le dibuja una sonrisa con un lindo gesto en el día de las infancias.