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Firmarán el contrato hasta el 2026, pero algo se rompió en la relación entre Tapia y Scaloni

Esta es la historia de un hecho inesperado: la lucha por el liderazgo en el manejo de las selecciones nacionales.

05/02/2023

EJ1

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Ya están preparados los videos que oficializarán lo que todos sabemos (y deseamos): la continuidad de Lionel Scaloni hasta finalizado el próximo Mundial. Este acontecimiento habrá de realizarse entre junio y julio de 2026 en tres sedes de la CONCACAF: Estados Unidos de Norteamérica, México y Canadá.

Se trató de una negociación sin alternativas de las partes pues ambas estaban obligadas a suscribirlo. Y esto es lo que prolongará la prestación de Scaloni como director técnico jefe de la selección nacional. A pesar de las múltiples ofertas recibidas –especialmente una muy buena desde México ¿la selección?- el entrenador campeón del mundo sabía que resultaría decepcionante para todos –aficionados, jugadores, compañeros del cuerpo técnico, prensa, dirigentes y fundamentalmente Messi- que abdicara a su cargo por dinero.

 A su vez el presidente de la AFA tampoco tenía otras opciones. No podría invocar cuestiones económicas o nuevas condiciones que le permitieran justificar el reemplazo de Scaloni. Ningún político hábil –Tapia lo es– generaría un problema donde ya hay una solución. Y tanto es así que antes de tener el acuerdo con Scaloni anticipó en declaraciones periodísticas que “ya está todo arreglado, faltan detalles sobre los que hablaremos cuando nos volvamos a ver…”.

Sin embargo no era tan así, ni eran detalles. Ambos saben que deberán firmar ese contrato; pero la gloria infinita vivida a partir del logro que los unió en Qatar no ha logrado aún restaurar heridas que la convivencia prolongada y los comportamientos individuales fueron deteriorando al conjuro implacable de los tiempos.

Es en tal sentido que Scaloni tiene más quejas sobre Tapia que Tapia sobre Scaloni toda vez que las de éste pertenecen a cuestiones del juego, de ciertos cambios durante algún partido –la salida de Di María por ejemplo en la final, quien le dijo a Scaloni “hacemos el tercero y me sacás”, no obstante lo cual lo reemplazó casi de inmediato- o de situaciones coyunturales sobre aspectos opinables como lo táctico o lo estratégico. Nada: Tapia está orgulloso –cómo no estarlo- de su propia creación al designar -y más aún respaldar- a Scaloni, sobre todo tras la frustración de la Copa América del 2019. Además comprobó la seriedad, el profesionalismo y el compromiso de todos los miembros del cuerpo técnico que lideró al plantel hasta lograr la Copa del Mundo.

Una retrospectiva de análisis sobre los hechos convivenciales ocurridos nos permitió anclar en un momento bisagra: los dos partidos de la selección en los Estados Unidos (Honduras y Jamaica, ambos 3-0) jugados a fines de septiembre del año pasado. Fue el miércoles 22 cuando el propio Scaloni se quejó ante la seguridad del hotel Le Meridien Dania Beach de Miami sobre unos ruidos altamente perturbadores que impedían el necesario descanso de los jugadores. Enorme fue la sorpresa de Scaloni cuando le dijeron que tales inaguantables sonidos provenían de la suite del 12° piso que ocupaba el presidente de la AFA. Efectivamente Tapia celebraba con invitados especiales su cumpleaños número 55 al conjuro de los sones de ininterrumpidas cumbias que incitaban a cantar, bailar y brindar.

Luego de ocurrido el hecho, Tapia y Scaloni intercambiaron palabras fuertes, propias del momento de crispación y allí se le escuchó por primera vez al técnico insinuar la inimaginable alternativa de no continuar al frente de la selección. Faltaban 50 días para el comienzo del Mundial. Fue en tales circunstancias que Pablo Aimar, el integrante de mayor influencia en el cuerpo técnico, un referente querido y respetado por todos, logró esterilizar las burbujas del desatino. Tal ungüento tapó la herida, pero no la cicatrizó.

Fuente: Infobae

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