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La modificación del huso horario en Argentina tiene media sanción

La ley propone modificar el huso horario oficial del país y fijarlo en GMT-4, lo que implicaría atrasar una hora los relojes en todo el territorio nacional.

Nacionales22/08/2025

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Huso Horario

La iniciativa, presentada por el diputado mendocino Julio Cobos, busca recuperar el horario histórico que rigió durante gran parte del siglo XX. Según sus fundamentos, el objetivo es aprovechar mejor la luz solar, reducir el consumo energético y mejorar la organización social, en un contexto internacional marcado por la volatilidad de los precios de la energía.

“El país arrastra un desfasaje entre la hora oficial y el huso horario que realmente nos corresponde, lo que genera inconvenientes y un gasto adicional de electricidad”, sostuvo Cobos, quien viene defendiendo la propuesta desde principios de año en sus redes sociales.

El proyecto también plantea coordinar el cambio con los países del Mercosur, con el fin de facilitar las operaciones financieras, el transporte internacional y la actividad comercial, especialmente con Brasil, con el que suele haber diferencias horarias que complican la logística.

Entre los antecedentes, la legislación argentina ha tenido múltiples modificaciones: en 1999 se fijó el huso horario en GMT-4, pero fue derogado poco después; en 2007 se implementó el sistema de horario de verano e invierno, que alternaba entre GMT-3 y GMT-2, aunque dejó de aplicarse en 2009. Desde entonces, la hora oficial permanece establecida en GMT-3.

El proyecto de Cobos cuenta con el respaldo de investigaciones científicas, como las de la doctora Andrea Pattini, directora del Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía del CONICET Mendoza. Sus estudios sostienen que un huso horario desalineado con el ciclo natural de luz y oscuridad incrementa el consumo eléctrico. Según sus conclusiones, atrasar una hora permitiría mayor aprovechamiento de la luz natural en las mañanas y menor uso de iluminación artificial en la tarde.

Si se aprueba en el Senado, el cambio impactará directamente en la vida cotidiana: modificará el inicio de las jornadas laborales y escolares, y exigirá una adaptación de servicios y actividades. Sin embargo, la experiencia internacional muestra que, tras un período de ajuste, los beneficios suelen reflejarse en una reducción del gasto energético.

 

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